


 
  Las aplicaciones de inteligencia artificial son frecuentes y útiles tanto en el ámbito más doméstico y particular como en el entorno laboral, alcanzando cada vez más sectores, desde asistentes virtuales hasta la ciberseguridad, la robótica o la medicina. Algunas de sus aplicaciones tienen ya más de 50 años, sin embargo, a medida que la tecnología avanza, se espera que tenga un impacto mayor en la sociedad.
¿Qué otras aplicaciones  tiene la inteligencia artificial? 
    La inteligencia  artificial, IA, es un campo de la informática que busca crear sistemas y  programas capaces de dotar a una máquina de habilidades humanas como el  aprendizaje o la posibilidad de planear acciones, imitando las capacidades  humanas. Por tanto, tiene una gran cantidad de aplicaciones en diversos  campos.  
Estos son algunos ejemplos  de cómo, día a día, esta tecnología facilita la vida de millones de  usuarios.  
Asistentes virtuales. Siri,  Alexa, Cortana o Google Assistant son esas herramientas que en casa hacen la  vida más fácil a miles de personas. A partir de algoritmos de aprendizaje  automático, comprenden y responden a las preguntas y comandos de los usuarios.  Se están integrando en una amplia gama de dispositivos, desde teléfonos y  altavoces inteligentes hasta televisores y coches, lo que facilita su  accesibilidad y uso en diferentes contextos. Juegan un papel protagonista en el  internet de las cosas o IoT. 
    
Automatización industrial  y robótica. Se emplea para convertir ciertos procesos industriales en  actividades automáticas, y mejorar así la eficiencia en la fabricación. Los  robots y sistemas autónomos usan algoritmos de IA para ejecutar tareas  complejas de manera eficiente y segura. Se utilizan, por ejemplo, en tareas de  fabricación y ensamblaje. Por otro lado, también es frecuente la automatización  en el mantenimiento preventivo de instalaciones y maquinaria, el control de  procesos, la logística y la gestión de inventario. 
    
Análisis de datos y  predicción. Permite analizar grandes cantidades de datos y encontrar  patrones ocultos. Por tanto, se aplica en campos como el análisis financiero,  el marketing, la medicina y la investigación científica. La razón es que es muy  útil para predecir comportamientos y tendencias. Así, en marketing ayuda a la  segmentación de clientes, incluso al análisis de los sentimientos para valorar  la experiencia del usuario. Por su parte, su utilización en el mundo  financiero, entre otras cosas, contribuye a la detección de fraudes. 
    
Conducción autónoma. La  combinación de sensores, algoritmos de aprendizaje automático y sistemas de  toma de decisiones facilitan a los vehículos  autónomos operar de manera independiente. Esto quiere decir que no se  produce intervención humana directa, según el grado de autonomía del coche.  Algunos aspectos clave son la percepción del entorno, la seguridad vial, el  control del vehículo o la eficiencia y la comodidad. 
    
Medicina y salud. Es  muy útil en el diagnóstico médico, la investigación sobre nuevos fármacos, la  asistencia en cirugías, la monitorización de pacientes y la gestión de  registros médicos. También proporciona un enfoque más personalizado a la hora  de establecer un tratamiento a un paciente. Por otro lado, en combinación con  la robótica quirúrgica, asisten a los cirujanos y minimizan los riesgos y las  posibles complicaciones. 
    
Servicios  financieros. Además de su capacidad para detectar fraudes y del papel que  juega en la lucha contra estos delitos, sus aplicaciones son muy diversas. Se  utiliza para analizar grandes volúmenes de datos financieros, como  transacciones, precios de acciones e información macroeconómica. Sus algoritmos  identifican patrones, tendencias y relaciones ocultas en los datos, lo que  ayuda en la toma de decisiones de inversión, predicción de riesgos y  optimización de carteras. También se aplica para proporcionar asesoramiento  financiero automático, a través de un roboadvisor (o gestor automatizado),  entre otras muchas cosas. 
    
Agricultura de  precisión. Optimiza la producción agrícola mediante el análisis de datos  climáticos, el monitoreo de cultivos, la gestión eficiente del agua de riego y  la detección temprana de enfermedades en las plantas. De este modo, se pueden  aplicar medidas contra plagas antes de que sea demasiado tarde, por  ejemplo. 
    
Energía y sostenibilidad. En combinación con otras tecnologías como el Big Data, ayuda a predecir patrones de demanda eléctrica, mejorar la eficiencia energética y facilitar la transición hacia fuentes de energía renovable.
Traducción automática. Permite la traducción de texto o voz de un idioma a  otro de forma automática y rápida. Se utiliza en traductores online,  aplicaciones móviles, traducción de contenido o en la comunicación global entre  personas. Aunque ha mejorado su calidad y su precisión, los matices, los  localismos y el contexto cultural hacen necesaria la concurrencia de  traductores humanos. 
      Juegos y  entretenimiento. La IA también se usa para crear personajes en videojuegos  y entornos de realidad virtual con comportamientos realistas. Y, sin salir del  ámbito del entretenimiento, permite analizar los comportamientos de los  enemigos y de los aliados, para adelantarse a sus decisiones. Por otra parte,  puede ser muy valiosa como herramienta para generar música, sonido o como  asistente en cualquier faceta del arte.     
Las aplicaciones de inteligencia artificial han ido evolucionando a lo largo de los años y no paran de crecer para proporcionar una mayor calidad de vida tanto a nivel personal como profesional.
Fuente: Telefónica
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12.09.23 17:34