Lograr un acuerdo de Netflix con operadores móviles no será algo sencillo

Las primeras impresiones que surgen de las conversaciones que concretaron Netflix y los operadores móviles de México para concretar un acuerdo para la distribución de contenidos del operador OTT, no parece encaminarse por un sendero sencillo.

En principio, el escollo más relevante es un conflicto de intereses en las estrategias que planean desarrollar los operadores.

América Móvil, a través de sus filiales Telmex y Telcel, se propone darle firme impulso a Claro Video, que por su naturaleza es un competidor directo de Netflix y que no sólo se pretende imponer en México, si no en Latinoamérica.

Un marco similar se planteó en el encuentro de los ejecutivos de Netflix con los de Telefónica, quienes expresaron que en su estrategia en el futuro inmediato también está presente el afianzar el despliegue de los servicios online.

La coincidencia que los mancomuna a estos operadores es la visión sobre lo que se avecina en la industria audiovisual: el consumo de hoy de televisión abierta y televisión de paga cambiará y migrará a las plataformas que se presenten en internet. A la vez esa coincidencia, valga la redundancia, los contrapone, los pone como francos y naturales competidores.

Las telefónicas han estado realizado fuertes inversiones para establecer una base y plataformas aptas para entregar servicios de calidad a través de internet.
Hasta ahora, los servicios OTT de operadores multinacionales como América Móvil y Telefónica, fueron presentados como opciones a futuro pero cada vez se hace más fuertes la intención de expandir sus servicios de música y de contenidos audiovisuales.

Netflix que recientemente anunció que tiene 5 millones de suscriptores en la región, de los cuales más de la mitad provienen de México, considera esencial para sus planes de expansión cerrar acuerdos con operadores de telefonía o telecomunicaciones.

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