La Federación Internacional de Fútbol Asociado es un ente que se maneja con sus propias reglas y condiciones tanto para las asociaciones miembros de su estructura, como para los clubes que las integran y desde ya para sus jugadores.
Del mismo modo, entidades como Conmebol y la UEFA, por ejemplo, admiten conducciones similares para todas las partes que las conforman.
Según los que conocen el mundo del fútbol, con los únicos que los popes del fútbol consideran la posibilidad de negociar mano a mano, es con los sponsors y sobre todo, con las empresas de televisión, que son los grandes aportantes de recursos económicos para su sostenimiento a gran escala.
Este año como todo el mundo, el fútbol se vio afectado por la pandemia Covid-19 y esto hizo que temblaran los cimientos de un negocio que funcionaba sobre ruedas.
Como decía el refrán no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista… para el fútbol sucedió algo así: fue una de las actividades que pudo retomar su curso en Europa por ejemplo, donde apenas surgieron atisbos de que pandemia bajaba sus indicadores, se activaron todos los actores para reiniciar todo(su realidad no resistía más).
Expertos económicos valoraron que de no suceder esta reactivación estaba en juego un monto de más de € 5.000 millones por derechos de transmisión por televisión de los partidos de las grandes ligas y/o competencias internacionales.
Lo concreto es que el fútbol europeo volvió a jugarse y por si hiciera falta, se ratificó como uno de los entretenimientos audiovisuales de mayor repercusión.
Y como nunca, el fútbol fue un espectáculo por televisión, ante la imposibilidad de asistencia de espectadores a los estadios.
La ley que impera hoy es: para ver fútbol hay que sentarse ante un televisor.
La dependencia mutua de las entidades de fútbol y las empresas de TV se fortaleció en estos tiempos al imperio de las circunstancias.
Las resoluciones express de los campeonatos de las ligas europeas más la reformulación de los tramos finales de las Copas Europeas, es un claro ejemplo de ese fenómeno.
En Latinoamérica, la situación está en veremos aún, aunque a su modo, Conmebol definió lo que un calendario para el fútbol.
El monto de dinero por derechos de televisación es bastante menor al europeo, ronda los US$ 900 millones, según estiman los analistas. Pero no por ello, priman las exigencias para dar cumplimiento a los compromisos asumidos.
Hoy por hoy, se juega fútbol oficialmente en la región, en Brasil donde se disputan algunos torneos estaduales y se prevé que se jugará el torneo nacional a partir de agosto.
El resto de los países no tuvieron actividad desde marzo pasado y el panorama es el siguiente:
- El torneo brasileño empezará en agosto dicho está
- El fútbol de Colombia retomará su actividad a mediados de julio, más allá de que hay cuarentenas estrictas en varios de sus estados
- El fútbol se retomará en agosto en Paraguay, Uruguay, Perú y Ecuador, según anunciaron sus asociaciones y trabajan actualmente con esa meta.
- No tienen fecha prevista de reinicio de actividades futbolística Argentina, Bolivia, Chile y Venezuela
Este panorama, con la gran mayoría de las ligas nacionales paralizadas y en algunos casos, sin previsiones para que se reinicien las competencias -y habría que sumar que en algunos países no se admite que los jugadores entrenen en grupos, no fue obstáculo para que Conmebol lanzará un nuevo calendario para las competiciones que organiza, que sería el siguiente:
- Copa Libertadores: recomenzará a jugarse el 15 de setiembre próximo, dentro del formato tradicional (local y visitantes en distintos países).
- La Libertadores se definirá en enero próximo, teniendo presente que la fecha de la final única tiene tres opciones y a su vez, no se definió sede porque no se sabe qué puede pasar en los países donde podría jugarse con el tema de la pandemia
- Copa Sudamericana: comenzará a jugarse a partir de octubre y también se definirá en enero próximo, en sede a determinar
- Las eliminatorias para la Copa del Mundo Qatar 2022 comenzarán a jugarse en octubre próximo
- Vale recordar que la Copa América de este año, cuya organización comparten Argentina y Colombia, se postergó para mediados del 2021
En todos los casos, Conmebol definió que se aplicará un protocolo de bioseguridad para garantizar que los protagonistas no sean arriesgados a verse afectados por el Covid-19.
Habrá que ver cómo se las ingenia Conmebol para el traslado de planteles de futbolistas entre países que tienen sus fronteras cerradas, no sólo las internacionales sino también las provinciales o nacionales; que no admiten la llegada de extranjeros a sus tierras por temor a propagación de la enfermedad; que si permiten el ingresos de ciudadanos nacionales les imponen una estricta cuarentena en la primera quincena siguiente a su llegada.
Estas condiciones -en caso que se mantengan- deberán ser exceptuadas en el caso que se concrete el calendario de la Conmebol.
Hay quienes vislumbran dificultades en las eliminatorias, donde no solo se cuentan las situaciones ya mencionadas, sino que se suma que una gran mayoría de los futbolistas que integran las selecciones latinoamericanas compiten o viven en Europa, y hoy por hoy, el único país de la región al que se permite viajar desde el viejo continente, es a Uruguay.
Optimistas, más que evidente queda demostrado, los dirigentes de la Conmebol, se aferran a que las restricciones impuestas para el cierre de fronteras (casi todas fijadas para 1 de setiembre) finalicen en el plazo previsto hasta ahora.
Hasta el momento, las cadenas de televisión mantuvieron en pie sus compromisos económicos, estimando que podrán compensar con las competiciones siguientes a transmitir.
Claro que, según se escuchó en los mentideros cercanos a la Conmebol, habría llegado una suerte de emplazamiento: si no hay competencia, no habrá más pagos.
Ante esta eventualidad, y dentro del marco de una nueva normalidad, Conmebol dio a conocer un calendario, que nadie sabe si podrá cumplir.
Tienen fe.
Y anhelan se cumpla aquello que dice que la Fe mueve montañas.
© iPuntoTV 2020
13.07.20 19:59
