La Receita Federal, con el apoyo de la Asociación Brasileña de Televisión Paga (ABTA), destruirá, 111 mil televisores pirateados en Resende/Río de Janeiro. Valorado en US$ 2,751 millones, será el mayor lote de trituración de este equipo desde que la RFB firmó un acuerdo con la ABTA.
Los artefactos clandestinos fueron incautados en Porto Seco de Resende, tras desembarcar en el Puerto de Itaguaí, también en Río de Janeiro. Porto Seco es una unidad aduanera de la RFB, donde los importadores almacenan sus productos a tarifas más bajas que en las llamadas zonas primarias (puertos marítimos y aeropuertos).
Como las cajas de TV son ilegales, los 111.000 aparatos fueron incluidos en el artículo 23 del Decreto Ley N° 1455/76, por daño al Fisco, con pena de pérdida de los bienes (artículo 105 del Decreto Ley N° 37/66).
En total, desde que la RFB firmó un convenio con la ABTA, en 2016, se destruyeron 610 mil televisores de pago pirateados, generando alrededor de 200 toneladas de residuos que se reciclan. Para que estos equipos no se vuelvan a utilizar, se descaracterizan individualmente y luego se trituran en una prensa hidráulica. El plástico se transforma en materia prima y los componentes electrónicos son tratados para la reutilización de metales.
Impactos de la piratería de televisión
La estimación actual de ABTA, basada en datos de Anatel e IBGE, es que el impacto financiero de la piratería de TV paga es de BRL 15,5 mil millones por año, de los cuales BRL 2 mil millones en impuestos que los gobiernos dejan de recaudar.
Otra encuesta reciente encargada por ABTA mostró que 33 millones de brasileños, o el 27,2% de los usuarios de Internet mayores de 16 años, consumen contenido de televisión paga a través de uno o más medios pirateados. La encuesta fue realizada por Mobile Time/Opinion Box, en marzo del año pasado.
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15.03.22 16:38
