Hay circunstancias que generan condiciones que se mantienen en el tiempo. Organizar las Copas del Mundo y Los juegos Olímpicos por las exigencias de los entes organizadores, hace que los países donde se realicen hereden los más altos estándares de tecnología de telecomunicaciones (hoy Televisión, conectividad y telefonía móvil).
Brasil justamente, vivió ambas competencias en sus tierras entre 2014 y 2016, y esa circunstancia se refleja en el potencial de sus infraestructuras.
Por entonces, los pronósticos y previsiones del mercado auguraban que los segmentos de la industria mantendrían una evolución positiva –respaldada por ese potencial- que largamente lo mantendría como el mercado más numeroso de Latinoamérica.
En el caso particular de TV paga los consultores proyectaban que para estos tiempos, se llegaría a los 23 millones de hogares con el servicio o más.
Hoy por hoy, la realidad marca un sendero muy diferente y las tendencias que se desprenden de lo que pasa en el mercado brasilero son seguidas atentamente por los operadores y programadores.
Las aristas destacadas de esta situación son las que siguen:
- La crisis económica y política que vive el país es el principal elemento que se argumenta ante la caída de suscriptores, líneas y accesos a servicios Telcos. La merma se advierte en todos los segmentos, por lo se deduce que no se trata de un hábito de consumo que cambia. Si bien se anunciaron indicadores económicos que hacen pensar que la crisis va camino a revertirse, en caso de mantenerse esto, sus efectos demoraran en llegar hasta la población.
- A diferencia de lo que sucede en Venezuela (crisis económica política, fuerte inmigración de habitantes y depreciación de su moneda hasta niveles inimaginables), las expectativas tienen matices positivos en Brasil. Se estima que una vez se encuentre un equilibrio en el poder, se recuperará el mercado.
- Haciendo un recorrido histórico desde que comenzó la caída, hubo momentos en los que el mercado consiguió recuperaciones leves, aunque nunca fue una tendencia consistente.
- Extraoficialmente se estima que los OTT, han crecido en Brasil como en el resto de la región, pero el porcentaje de esa suba, ha estado muy por debajo de los indicadores que alcanzó en el resto de la región.
- Numéricamente Brasil sigue siendo un territorio con mucho potencial, aun con la caída de suscriptores confirmada, sobre todo si se tiene en cuenta que la penetración de TV paga está por debajo del 40%. Es más, no pocos programadores centran sus mejores posibilidades para el futuro inmediato y el mediano plazo, en los acuerdos que prevén lograr en Brasil.
- La crisis ha impactado en la renovación de los acuerdos por distribución de señales. Los programadores no alcanzaron los aumentos que se proponían obtener en los nuevos acuerdos y los operadores dejaron en claro, que preferían dar de baja señales antes de acordar por expectativas de mercado que –expresaron- no se condecían con la realidad.
- En perspectiva hacia lo que viene, la duda pasa por si efectivamente la recuperación vendrá una vez se supere la crisis o si se produce un fenómeno similar al del cord cutting en USA. Lo que ya nadie duda, es que las crisis económicas y las inestabilidades políticas, son los principales enemigos para la prosperidad de la industria en Latinoamérica. Lo que se vive la industria en Brasil y Venezuela hoy, es la situación más crítica después de que se desplomará el mercado argentino en el 2002.
- Con mercados que tienen crecimientos moderados en la industria comienza a cobrar valor el concepto de que no es poco mérito retener las carteras de clientes que hoy se tienen, antes que imaginar crecimientos o rendimientos elevados.
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