Internacional
UIT define retos para telecomunicaciones: IoT, 5G y datos

 

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La Unión Internacional de Telecomunicaciones presentó su informe anual sobre la reglamentación mundial de las TICs, bajo el título Tendencias en las reformas de telecomunicaciones 2016.

En el informe se trataron los retos y oportunidades que tienen los reguladores con la proliferación de servicios, la convergencia de plataformas y los operadores de redes que preparan sus infraestructuras para la llegada de nuevas tecnologías, entre las que se mencionan, el consumo de datos, 5G móvil y la internet de las cosas.

Para la UIT los nuevos bienes y servicios TICs conllevan grandísimas perturbaciones sociales y económicas, aunque se pueden cosechar grandes beneficios y también destaca las dificultades normativas que se deben tener en cuenta para preservar “el campo de juego equilibrado” que es indispensable para la competencia y la innovación.

Recomienda el organismo "explorar incentivos normativos para crear oportunidades digitales", “la utilización de principios reglamentarios flexibles, poco intervencionistas y tecnológicamente neutros que estimulen el crecimiento del mercado al tiempo que protegen los derechos de los consumidores y despiertan el interés de nuevos participantes”.

Según UIT en la actualidad más de 40 operadores ya han lanzado planes de despliegue de redes LTE en el mundo; el 88% de esos operadores están ubicados en mercados desarrollados.

Las inversiones en infraestructura para banda ancha, que para el organismo llegarán a US$ 144.200 millones hasta el 2019, proceden de instituciones como fondos de protección o empresas que no invierten tradicionalmente en telecomunicaciones.
La UIT detectó otra tendencia que es la compartición de redes: cuando la cobertura de las redes ya no permite distinguirse de la competencia, los operadores consideran necesario consolidar redes (compartiéndolas) para dejar de invertir en infraestructura y empezar a dedicarse al desarrollo de servicios innovadores. Con nuevas tecnologías de acceso dinámico al espectro (DSA) los dispositivos pueden utilizar espectro cuando no es utilizado en una zona geográfica o en un momento concreto.

Advierte la UIT que la compartición de redes tiene muchas ventajas pero también inconvenientes, como la disminución de la competencia, riesgo de colusión y compartición de información, tanto como una limitación de las opciones para los competidores que sólo ofrecen servicios.

Se predice la explosión de la internet de las cosas: habrá 2.000 millones de conexiones M2M para el 2020; los especialistas sostienen que en los próximos cuatro años la internet de las cosas generará más de US$ 1,7 billones.

Se prevé que crezca la tecnología IoT más sencilla, el etiquetado RFID pasivo, que ya se ha generalizado en tiendas, tickets de transportes y control de acceso. La tecnología NFC ya está incorporada en los smartphones más nuevos y permite la utilización de aplicaciones como los pagos digitales.

Según el informe en la actualidad centenares de millones de sistemas M2M se están desplegando en el mundo.

Internet de las cosas
Las normas técnicas sobre la IoT evolucionar a partir de diversas aplicaciones y partes interesadas con finalidades y requisitos diferentes y se necesitan más estudios para integrar marcos normativos diferentes.
No se considera probable que se uniforme a mediano plazo una red de cosas señalan los expertos.

"Es improbable que medidores inteligentes se comuniquen directamente con monitores de frecuencia cardíaca o planificadores de recetas. Algunas redes utilizarán infraestructuras públicas, y otras serán totalmente privadas. Algunas aplicaciones tendrán grandes necesidades de ancho de banda e interactividad (como la vigilancia por vídeo), y otras se limitaran a transmitir breves ráfagas de información (como los medidores inteligentes)".

Para que la IoT se convierta realmente en una tecnología ubicua, el coste de etiquetas, sensores y sistemas de comunicación deberá bajar a un nivel que represente una parte ínfima del coste total de los objetos que los llevan, y que los lectores se puedan obtener fácilmente. Incluso las etiquetas menos onerosas (impresas), llamadas códigos de respuesta rápida (QR), todavía no han despertado un gran interés en las campañas publicitarias destinadas a los consumidores.

También son importantes niveles de fiabilidad elevados en sistemas a gran escala, que pueden comprender miles de sensores, dispositivos y lectores. Sin una seguridad adecuada, puede haber intrusos en los sistemas y redes IoT, que accedan a información personal potencialmente confidencial sobre los usuarios y utilicen dispositivos vulnerables para atacar redes locales y otros dispositivos. Los operadores de sistemas IoT y otras entidades con acceso autorizado pueden, por su parte, “compilar, analizar y utilizar copiosos volúmenes de datos obtenidos en espacios tradicionalmente privados”.

La UIT afirma que la privacidad de toda la información personal que se puede obtener con datos de sensores aparentemente inocuos, especialmente cuando se combina con perfiles de usuario y datos de otras fuentes.

Interoperabilidad

El concepto de interoperabilidad es mucho más amplio que la mera compatibilidad técnica y tiene implicaciones en los cuatro niveles clave: tecnología, datos, ser humano e instituciones.

Los sistemas pueden aumentar la interoperabilidad de las siguientes maneras: ofreciendo mayores oportunidades de interconexión técnica; siendo menos estrictos sobre los tipos de sistemas y servicios que se pueden interconectar; admitiendo una mayor variedad de datos; u facilitando el aprovechamiento de las interconexiones por las personas.

La interoperabilidad también puede aumentar las oportunidades de explotar el sistema. Un sistema con más puntos de acceso permite la conexión de más tipos de sistemas y el procesamiento de datos con menos limitaciones, pero también aumenta el número de vectores de ataque potenciales y ofrece a actores nefarios más oportunidades para explotar datos o inyectar códigos malignos.

Mayores niveles de interoperabilidad tienden a aumentar la libertad de elección y la autonomía de los usuarios, pero "la interoperabilidad no es un fin en sí y no siempre es necesario maximizarla. En cambio, los actores del sector privado y los reguladores deben colaborar cuidadosamente para optimizar el nivel de interoperabilidad necesario para alcanzar sus objetivos".

Los sistemas interoperables, sin embargo, son más complejos, lo cual puede conducir a una disminución de la fiabilidad porque los sistemas receptores dependerán cada vez más de los sistemas transmisores; puede provocar mayor homogeneidad y menor diversidad en el mercado, y una disminución de la privacidad porque un número creciente de individuos tiene acceso a la información personal de uno. Asimismo, algunas empresas pueden tener interés en mantener niveles de interoperabilidad más bajos y conservar así cautivos a sus clientes.

Fuente: UIT



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06-Abr-2016