Recientemente los presidentes de los más grandes conglomerados de telecomunicaciones de Latinoamérica (América Móvil y Telefónica) expusieron en La Coruña ante un grupo de ejecutivos españoles y europeos.
Carlos Slim enfocó sus palabras hacia reclamos para los poderes ejecutivos: sostuvo que los Estados deben desentenderse de las grandes inversiones y dejárselas a los privados porque cada vez su capacidad económica es menor; también sostuvo que para hacer sostenible el modelo actual, deben extenderse los períodos de vida laboral de los empleados hasta los 70 o 75 años.
Por su parte César Alierta, como sucede cada vez que sube a un escenario público, dispara críticas y demandas contra las corporaciones de internet y los servicios OTT.
Hasta el momento esa prédica cayó en el vacío. Pero todo puede cambiar.
Los reguladores europeos están analizando la evolución de los proveedores OTT y los usos que promueven.
En Europa, 3 de cada 4 usuarios usa apps de mensajería desde su móvil; sin embargo hoy las llamadas a través de internet no populares: 1 de cada diez las realiza.
Las grandes Telcos, en coincidencia con Alierta, plantean que estos servicios deben ser considerados servicios de comunicaciones electrónicas y en consecuencias se deben aplicar las mismas obligaciones que a las telcos.
Las telcos argumentan que desde que se gestó una regulación para el sector en Europa, por ejemplo, Skype y Whatsapp no existían.
Estas aplicaciones son nativas de internet; sin embargo permiten conectarse y comunicarse con redes y dispositivos tradicionales de telecomunicaciones, lo que hace que en definitiva, debieran ser considerados servicios de telecomunicaciones, apps de computación.
Lo que analizan los reguladores es el impacto que podría tener entre los consumidores que se cambien la condición regulatoria de los servicios OTT. No les preocupa tanto las competencias o los detalles técnicos y arriesgan que lo más complicado podría venir no en una carrera entre servicios sino una alianza entre telcos y servicios OTT.
La intención es obtener una definición a la brevedad que eche luz sobre este tema y acaso, a sentar para una corriente regulatoria que se imite en otros territorios.
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