Como una profecía que se reiteraba amenazante desde hace bastante tiempo y diversas formas, el panorama de incertidumbre para el negocio de la TV paga en los Estados Unidos parece haberse hecho realidad.
A modo de síntesis se puede graficar que esta industria ha tenido su momento negro tras surgir números no favorables o modestas ganancias entre los principales operadores del sector, que pueden ser el reflejo de cambios que se hacen realidad en la actualidad.
Viacom Inc., Twenty First Century Fox, The Walt Disney Company, Discovery Communications y CBS Corporation, vieron que sus acciones se contraían ante sus reportes financieros que no respondían a las expectativas de los inversores.
Viacom presentó rendimientos económicos alejados de lo que se esperaba; sus acciones cayeron un 4%. Con esto acumula una caída del 32% en un año. Otro tanto vivió Disney, que vio como sus acciones perdían un 9% en una jornada tras prever que sus ingresos por TV paga para el año próximo disminuirían debido a la pérdida de suscriptores en ESPN.
Los reportes declinantes siguieron: Time Warner, 9%; CBS 4,6%; Discovery Communications 12,1%.
Paralelamente Dish declaró que en el segundo trimestre de 2015, perdió 81 mil suscriptores, lo que equivale casi al doble de lo que perdió el año pasado: 44 mil. Su cartera de clientes, asciende a 13,9 millones.
Time Warner Inc. por su parte reportó que HBO Now fue la aplicación con mayor crecimiento en iTunes de Apple, en mayo y junio, tras ser lanzada en Abril. En su estrategia sostiene que muy poco de los suscriptores de HBO de TV paga cambiaron a la plataforma OTT. Esto no convenció a los inversores; todo lo contrario.
Mientras tanto, se esperan los resultados de la evolución de los servicios de TV paga online, entre ellos Sling TV que lanzó Dish, para determinar si este concepto es una forma de neutralizar la fuga de los suscriptores a las opciones OTT.
¿Qué pasa en Latinoamérica?
Es habitual y hasta natural que las tendencias de las industrias de los Estados Unidos y otros grandes mercados, tarde o temprano vayan a replicarse en los negocios y mercados latinoamericanos.
Pues bien, entonces ¿Este fenómeno se está produciendo en Latinoamérica?
Hoy por hoy, no.
Al observar la evolución de todos los mercados de la región, se advierte que sólo Brasil es el que reporta estancamiento y una leve declinación en el total de sus suscriptores.
La tendencia se advierte desde fines de 2014 y puede afirmarse que se trata de un estancamiento, ya que llegó a un techo de 19,8 millones de suscriptores y ha perdido en dos trimestres doscientos mil suscriptores. Aquí también cuenta una situación económica general del país que es germen para situaciones no positivas.
¿Es una situación alarmante? No. Habría que preocuparse sí y bastante más, si esta tendencia se profundiza.
En los demás mercados la televisión paga muestra estadísticas positivas, salvo reportes de algunos operadores que mostraron pérdidas durante el primer trimestre del año pero que fueron revertidas en el siguiente.
Si se compara el fenómeno que está pasando en Estados Unidos con el de Latinoamérica, se encuentran diferencias.
Por un lado coinciden en que los operadores OTT pagos han crecido vertiginosamente, pero hasta el momento esto no ha ido en detrimento de las carteras de clientes de los operadores de TV paga.
Si lo que motivó a los consumidores estadounidenses a cambiar de proveedor de entretenimiento es el costo que pagan por servicios, en Latinoamérica, está claro que la brecha entre un abono básico respecto del precio del servicio OTT no es tan amplia. Allá, con el dinero que se pagan dos meses de servicios de TV paga, se abona un año de los OTT. En Latinoamérica no.
Está claro que los operadores de TV paga de Latinoamérica están atentos a estos movimientos y que se plantan ante el desafío sosteniendo que la robustez de sus redes que permite entregar servicios de calidad que otros no pueden, es una fortaleza que les llevará a una posición favorable en el tiempo.
Por declaraciones, todos están analizando las posibilidades de convertir sus grillas o las formas en las que las entregan. Por allí, es posible que en poco tiempo más, comiencen a verse alternativas para ver el avance de este cambio de paradigma.
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