Latinoamérica: operadores pymes declaran que sus finanzas entran a un estado crítico

 

 

Las voces de los operadores y empresas que actúan afines en la industria de telecomunicaciones se llenan de preocupación, en especial las empresas consideradas pequeñas y medianas y se resumiría en una expresión que recogimos en nuestras consultas por todos los países de la región: “Le temo más a la crisis económica que a la pandemia”.

Claramente, la pandemia y el aislamiento que promovió para contrarrestar la expansión del ConoVid-19 y que ha paralizado al mundo, ha expuesto las debilidades de las economías del mundo; la fragilidad de los sistemas sanitarios que demandan incorporación de equipamientos y recursos humanos en cantidades no previstas y plantear reflexiones para saber hacia dónde vamos en todo sentido o hacia dónde íbamos.

Para la industria de telecomunicaciones, sin distinción de país, también plantea desafíos complejos. Esto es lo que ha recogido iPuntoTV en diálogo con operadores de Perú, Colombia, Chile, Argentina, Ecuador, México, Paraguay y Brasil. También se genera un marco de preocupación en los representantes de señales, programadores y un tanto más en proveedores de servicios y de equipamientos.

“Estamos ante un escenario de incertidumbre no sólo por lo que nos está afectando en la actualidad sino que hasta que no se regularice la situación general, no sabremos con certeza cómo ha quedado nuestra cartera de clientes –describe Daniel Segovia, presidente de APTC. Nuestra principal dificultad es cobrar porque tenemos una baja cantidad de clientes que se asocian a débitos automáticos y como nuestras oficinas o agentes comisionados, deben mantener cerradas sus dependencias, nuestro nivel de cobranza por servicios hoy es irrisorio”.

En un plano coincidente se expresa Henry Reyes, de HV TV de Colombia expresa que “es evidente que estamos satisfechos porque nuestras redes e infraestructura técnica ha respondido a una demanda creciente de parte de nuestros usuarios y a las exigencias del regulador y podemos cumplir con las restricciones del caso en cuanto a seguridad y sanidad, con todo lo que nos pide el suscriptor. Vemos que se proyecta una morosidad que no sabemos hasta cuánto llegará y que ya se presentó desde mediados de marzo pasado. En este sentido y ante las dificultades que ya estamos advirtiendo, a través de Asotic, hemos planteado una petición para que los programadores tengan a bien considerar esta situación excepcional, a la que hay que sumar la fuerte devaluación del peso colombiano, para que reconsideren las condiciones de los contratos que tenemos con ellos y negociar hacia una salida que sea beneficiosa para todos”.

Las declaraciones de Segovia y Reyes son muestra de lo que se repite en sus países y entre los operadores de toda la región.

El escenario se resume en los siguientes tópicos:

- Bajo nivel de cobranza: el freno de la economía en general impacta en todos los mercados, fundamentalmente por los cierres de las empresas y/o empredimientos que nutren el cuentapropismo o una economía informal. En algunos países, representa hasta un 50% de la su capacidad productiva. De acuerdo con la expresión de los operadores, entre un 5% y 10% de su cartera de clientes está adherida a pagos bancarizados o digitales. Al no estar abiertas sus oficinas comerciales, no se registran cobros.

- Devaluación de las monedas locales: todas las monedas latinoamericanas cayeron en su cotización ante el dólar. La exigencia de los operadores es que se abra un punto de negociación donde se contemple un valor relativo del dólar. Los programadores consultados dicen que sí, que negociarán solamente plazos, es decir extender los tiempos para formalizar pagos, no el monto a pagar ni el valor de la moneda. En algunos casos, se admitieron negociaciones que incluían el pago del 50% del monto total y se financiaba el resto. Ahora bien, esos operadores que alcanzaron esos acuerdos sostienen ahora que se quedaron cortos y pedirán una renegociación.

- Concepto cultural: la mayoría de los países de Latinoamérica, declararon a las telecomunicaciones como parte de los servicios esenciales, con un agregado: los servicios esenciales no se pueden cortar. En algunos casos, si el operador no cumpliera con este mandato se expone a fuertes sanciones económicas de parte del regulador. Los operadores no rechazan el concepto de sostener el servicio ante las condiciones, pero demandan que se les sostenga ayuda para cumplir con sus compromisos económicos, fundamentalmente con su planta de personal. Sostienen que con lo que están recaudando es imposible hacer frente a esos gastos. Agregan que al no existir la posibilidad de corte, los usuarios entienden que no hay problemas cuando no se formalice el pago.

- Contenidos abiertos por los programadores: los operadores reniegan de lo que hacen los programadores, cuyos canales y contenidos forman parte de sus grillas, que abran sus contenidos streaming para que accedan todos los usuarios. Sostienen que es algo que no los beneficia y que por el contrario les genera una competencia adicional en un mercado que de por sí cuenta con muchos competidores. Y además, agregan, por esos contenidos pagan para que sean parte de sus grillas.

- El vacío de los canales de deportes: los operadores sostienen que los canales de deportes deben gestar algún modo de compensación porque si bien que por fuerzas mayores, las señales de deportes han quedado vacía de contenidos. Reclaman que ante ello no pueden exigir un costo que esta ajeno a la calidad y cantidad de contenido novedoso que ofrecen.

- Proyectos a cero: ha pasado a ser fundamental para los operadores el sostenimiento de la infraestructura y se afanan para que no se produzcan inconvenientes. Los proyectos e inversiones, de las características y envergadura que sean, pasaron para mejores tiempos.

- Lo que vendrá: Sostienen que ante la imposibilidad de corte o sencillamente de cobrar los servicios, la acumulación de deuda por parte de los suscriptores, no pueden planificar nada porque estiman en principio, que a la larga será dificultoso el cobro de esa deuda y puede generar una ola de cortes. Para algunos, esta es la gran disyuntiva: solidarizarse con el suscriptor o aceptar una brusca caída de adhesiones.

- Los tiempos: por los tiempos que se valoran desde los poderes ejecutivos de la región, la gran mayoría de los operadores están trazando su visión a futuro en busca de una regularización de la situación general para fines de mayo próximo. Ya está descontado que el mes de abril pasará sin novedades. En esas expectativas de regreso a la normalidad, suman que será con muchísimas restricciones. En esa evaluación, prevén que la recuperación de sus actividades comenzará a partir de seis meses cuando comience el proceso de levantamiento de los aislamientos.

Buenos Aires, Argentina. 14.04.2020


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