Todo pasa y todo queda,

Pero lo nuestro es pasar,

Haciendo camino,

Camino sobre la mar

Fragmento de Cantares de Antonio Machado

La pandemia del CoVID-19 ha unido a la comunidad como acaso desde hace años, decenas, cientos o miles, no lo haya estado. El compromiso y la solidaridad que se advierte en estos días detrás de la búsqueda de prevención y mitigación de esta peste que se conoció en diciembre y que amenaza con desbaratar todas las previsiones sanitarias y sociales que conocemos y tenemos, sencillamente es admirable y ojalá quiebre los constantes enfrentamientos que sostienen intereses económicos, políticos que se reconocen en el mundo.

Los sucesos muestran que lo primero es la vida y en ese sentido, se enfocan las administraciones gubernamentales, que comparten informaciones, acciones y resultados de sus previsiones, con confianza mayúscula. En verdad, así tiene que ser.

Claro que los efectos de la pandemia tienen repercusión en todos los campos de nuestra vida. Y las telecomunicaciones son parte vital de la vida cotidiana y más todavía en estos tiempos de dificultades.

Las acciones de aislamiento que se llevan adelante en múltiples países del mundo y en particular en Latinoamérica, han hecho que la información y el entretenimiento audiovisual, por distintas plataformas y accesos, se potenciarán.

Por lo pronto el primer diagnóstico es que abundan los consejos y sugerencias para el uso responsable de internet, que incluyen actos mínimos que deberían hacer los usuarios para no afectar la calidad y capacidad de las redes.

Hasta el momento, no se han reportado casos de colapsos de redes en Latinoamérica. Si en el mundo: en Italia, colapsaron las redes por el consumo derivado del juego Fortnite.

Los expertos sostienen que no es comparable la situación: dicen que las redes latinoamericanas son más robustas que en el país europeo; agregan que recién se están aplicando restricciones de aislamiento por lo que en ese momento habrá que ver si las redes superan las pruebas.

Por su parte los operadores de TV paga, se han mostrado activos, sobre todo DirecTV que ha puesto en marcha una acción que implica la liberación de hasta 91 canales lineales sin restricciones para sus abonados en la región.

En Brasil los operadores Sky, Claro, Oi, Net y Vivo, anunciaron que abrirían sus señales Premium por 15 días cuanto menos.

Globoplay abrió sus contenidos para no suscriptores por un mes.

Paralelamente, en todos los países latinoamericanos sonaron las alarmas para los operadores de TV paga porque las monedas locales se depreciaron ante el dólar; el promedio en la región de esa depreciación es de un 15%. No pocos dicen que darán de baja a muchas señales internacionales que cobran en dólares.

No es la primera vez que se ha escuchado esta promesa y pocas veces ha sido cumplida.

En Colombia, Claro anunció que aumentará en un 50% la capacidad de navegación de sus servicios de internet (móviles o fijos); ETB anunció que aumentará en 25 megas los planes que tengan contratados 100Mg; Movistar también ampliará la cantidad de megas para sus usuarios: los que contrataron 50 recibirán 80 Mg; los que contrataron 100, recibirán 200 megas y los que contrataron 200mg recibirán 300 mg.

En Argentina el encendido de la TV abierta creció un 15,5% en una semana; los noticieros en sus diversos horarios fueron los programas más vistos en todas las jornadas; los canales de noticias de TV paga (C5N, TN, A24, Crónica TV, Canal 26, LN+) cosecharon números más auspiciosos: 26% de aumento de audiencia en una semana.

A estar atento por el lado de quienes detentan los derechos de transmisión de fútbol, fundamentalmente de los torneos nacionales. Con calendarios acotados y ante la incertidumbre de cuánto tiempo pueden estar los torneos suspendidos, las alternativas son poco positivas: los clubes necesitan cobrar para cumplir con sus compromisos ya que los ingresos de TV son los que sostienen sus estructuras; los tenedores de derechos sin imágenes para emitir no tienen posibilidad de cobrar a sus suscriptores (de hecho ya hay anuncios sobre que no se cobrará el servicio hasta tanto se reanude el fútbol); lo más complejo, es que ya algunos admiten que ha comenzado una fuga de adherentes.

Por otro lado, se potencia el streaming y los OTTs para la presentación de up front de las principales cadenas de TV que debieron postergarlos.

Habrá más datos sobre la evolución de la industria ante la pandemia.

Los pronósticos más optimistas predicen que para mayo ya estará todo más calmado y/o controlado. Dios lo permita.

Los más agoreros apelan a un refrán: no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista.

18.03.2020

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