Latinoamérica: perspectivas y desafíos para las telecomunicaciones en el 2020

 

 

… No siempre gasta su tiempo
  aquel que más tiempo gasta,
  No hay que pujar a destiempo
  para ganar la subasta.
  Las horas del apurado,
  siempre son horas perdidas.
  Ni poco ni demasiado,
  Todo es cuestión de medida

Fragmento de Ni poco… ni demasiado de Alberto Córtez

Expertos, consultores y ejecutivos de la industria de telecomunicaciones trazan senderos de predicción para lo que puede suceder en la industria durante el 2020.

Todos admiten en sus evaluaciones que buena parte de la fortuna de esas predicciones no sólo dependerá de cómo se comporten los mercados, las industrias y/o segmentos de servicios, sino que se deberá estar atento a cómo se desenvolverá la situación social y económica de cada país.

En este sentido, se reconoce que lo que pasó el año pasado en Chile, Ecuador, Bolivia y en menor medida en Colombia, es hoy por hoy, el principal enemigo para los negocios: en tierra inestable no es posible crecer en forma segura.

Al cabo admiten entonces, que si todo se mantiene estable en lo social como se quiere en mayoría, las predicciones pueden ser valederas.

A los países mencionados, hay que agregar que en Argentina se vive un nuevo ajuste económico que por lo pronto no ha despertado rechazo social pero habrá que ver si depara recuperación; que Brasil mantiene su tendencia a la baja en la industria y lo llamativo es que ya en forma intermitente, esas caídas se reflejan en todos los segmentos; que se espera que México salga de su estancamiento y que retome un sendero de crecimiento; que Perú, salgo de una crisis institucional política; Venezuela mantiene su situación crítica y no se vislumbran grandes cambios.

Como se advierte, hemos mencionado a todos los países de la región, de modo que, no hay uno al menos que no haya sufrido inconvenientes en estos últimos tiempos y último año en particular. La inestabilidad latinoamericana está vigente.
Los inversores y hombres de negocios reclaman estabilidad y no es menos que el reclamo que surgen de sociedades que coinciden en lo de la estabilidad y piden también alcanzar un bienestar que cada vez se les torna más lejano.

La cuestión es que dentro de este escenario, los negocios seguirán y dicho está, que si todo mantiene su normalidad, las perspectivas en general para el negocio es que habrá equilibrio; no se advierten perspectivas de grandes crecimientos y que los cambios provendrán más de los hábitos nuevos y de la potenciación de ofertas de servicios alternativos.

Lo que sigue y viene

Ya no resulta un vaticinio pero si puede ser de los cambios más fuertes de este año: Telefónica proseguirá la venta de sus activos en Sudamérica y si bien hasta ahora solamente concretó la de sus torres en Ecuador y Colombia, la estrategia está orientada a cerrar su participación en estas tierras, tras dos décadas de competir aquí.

Se dice que los activos de Perú y Chile, son los más atractivos a primera vista; que Millicom estaría sumamente interesado en lo que controla Telefónica en Colombia; que Partners, también competirá con firmeza por esos activos; que pueden llegar nuevos jugadores –acaso de Asia, para ofertar por los activos de Telefónica y hasta se considera que algún grupo inversor ya activo en la región pueda tratar de ampliar su participación.

Los expertos consideran que es casi imposible que América Móvil pueda pujar por sumar esos activos, ya que cuenta con cuotas de mercados suficientemente altas como para intentar superar las exigencias de los reguladores. Pero nadie se anima a descartar a un player de esa naturaleza.

Otra marca que está en proceso de venta es Fox Sports, que forma parte de los activos comprados por The Walt Disney y que por determinación de los reguladores de México y Brasil –aunque en este caso la decisión sigue en revisión nuevamente- debe ser vendido para no afectar los alcances de la competencia.

Está claro que en México, es donde en principio se ha avanzado para ejecutar una venta: hay definido tres interesados; el plazo último extendido por el regulador es hasta mayo y queda, a simple vista el camino para definir la operación.

Qué sucederá en los demás territorios con el canal, que tiene fuerte presencia con el control de los derechos de las competencias internacionales en Latinoamérica y en Argentina en particular, es una incógnita. Incluso en Argentina, donde controla la mitad de los derechos de televisación del fútbol argentino, el regulador aún no emitió definición alguna sobre la compra antes mencionada.

Condiciones generales
  Los reguladores de Brasil y México han emitido conclusiones en las que predicen que los suscriptores de TV paga irán a la baja en los próximos años.

Esto es algo acertado de acuerdo a los reportes que han revelado, en particular Brasil que ha mostrado una caída de más de un millón de suscriptores en un año y que desde que comenzó esta tendencia, ha perdido casi un cuarto de cuota de mercado (por entonces rozaba los 20 millones de suscriptores y hoy supera los 15 millones).

En todos los países la TV paga ha reportado vaivenes y en algunos casos, como queda dicho, significativos.

Paralelamente varios reguladores expresan que crece de manera llamativa la entrega de servicios empaquetados; dentro de esos paquetes son escasos –considerando a toda la región- los que no incluyen el servicio de video.

Por lo pronto, los grandes operadores se muestran propensos a fortalecer su propuesta TV everywhere donde creen haber encontrado una herramienta para neutralizar la sangría de suscriptores. Incluso, ya no son recelosos para incorporar oferta de servicios streaming que compiten con ellos; todo lo contrario, ya consideran que es una forma más de fortalecer su oferta.

Los OTTs ya establecidos seguirán ganando terreno –se estima- aunque es posible que reduzcan su velocidad de crecimiento; llegarán nuevas ofertas de programadores con servicios streaming directos al consumidor y los traerán marcas de gran relevancia.

Unos y otros, se potenciará el debate sobre las regulaciones para este tipo de servicios y en particular, sobre los impuestos que deberán pagar.

Y no habrá que descartar una posible confrontación para que sea la justicia la que deba valorar si la competencia en esos mercados de estos oferentes streaming es natural o leal.

A los hechos: la forma y la competencia de los servicios streaming –no solamente los que entregan videos- está siendo analizada, cuestionada, reformada y hasta condenada en varios países de la región.

El consumo en múltiples pantallas seguirá siendo exponencial; habrá que ver ante el aumento de las ofertas de contenidos cómo se comportan las audiencias y hasta donde hay espacio y mercado para que todos compitan con vistas de grandes éxitos comerciales.

La oferta y adopción de servicios de internet seguirá su marcha creciente, pese a algunos vaivenes advertidos en algunos países. En anca de la reducción de la brecha digital, sean por programas de gobiernos o de acciones de privados, su expansión se mantendrá.

Similar perspectivas se advierte en el segmento móvil, aunque la evolución se estima será más leve que años anteriores.

En suma, las aspiraciones moderadas de los business plans parecen tener una posibilidad concreta de alcanzarse. En los comienzos de la tercera década de los años 2.000, los porcentajes de crecimiento son mucho más estrechos que en las anteriores, según las perspectivas.

En esos tiempos, llegar a indicadores bajos no era considerado bueno para nada; las condiciones cambiaron y hoy alcanzar esos crecimientos, será un logro de valía.

Como en la canción de Alberto Cortez, ni poco ni demasiado, todo es cuestión de medida.

12.01.2020

 


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