Historia y futuro del streaming, donde se libra la nueva competencia audiovisual

 

 

Cambia lo superficial,
  Cambia también lo profundo,
  Cambia el modo de pensar,
  Cambia todo en este mundo.


Fragmento de Todo cambia de Julio Numhauser Navarro

Recorriendo la historia, el primer registro de la palabra streaming se encuentra en los años 20, cuando la compañía Muzak desarrolló una plataforma para que los negocios tuvieran música continuada, algo que resulta llamativo ya que por ese entonces internet era propio de alguna imaginación futurista o de un vidente genial.

La evolución del streaming inevitable estuvo ligada a la evolución de internet, es decir, según fue expandiéndose la conectividad y la tecnología permitió que el servicio se entregara con mayores velocidades y una mayor calidad en la reproducción de las imágenes, el estándar se hizo realidad.

Las primeras emisiones streaming fueron de audio, que demandaba menor velocidad para las emisiones y sobre todo, utilizaba menor ancho de banda. Se menciona que la primera emisión de esta característica fue de la banda Severe Tire Damage en 1994, que transmitió en vivo su recital en el Xerox Parc; en 1995 Real Networks trasmitió en vivo también un juego de béisbol y ese mismo año en Seattle, USA, se emitió un concierto de la sinfónica de esa ciudad en el Paramount Theatre.

La expansión o explosión ocurrió a mediados de la primera década del siglo XXI.

Siendo rigurosos, no necesariamente están vinculados al streaming como lo conocemos hoy, pero en cuanto a impulso del consumo de contenidos de audio y audiovisuales, el intercambio de archivos y descargas vía internet, fue influyente, ya que popularizo el uso de las computadores para tales fines tanto como que puso en alerta y en armas, a la industria de la música primero y a la industria audiovisual después, para fortalecer sus derechos de propiedad intelectual sobre las obras que producían.

Ese fue el embrión.

En 15 de febrero de 2005, ya con un vertiginoso crecimiento de los computadores personales y la expansión de los servicios de conectividad, nació la plataforma que sería emblemática en el streaming online: Youtube.

El 23 de abril de ese año fue cargado el primer video: Me at the zoo. Para diciembre, la plataforma recibía más de 50 millones de visitas diarias.

En octubre de 2006, Google, que había intentado replicar el éxito de Youtube con un sitio propio, compró al portal por US$ 1.650 millones, que ya por entonces presentaba más de 100 millones de video; permitía que se subieran 65 mil videos por día a su plataforma y recibían más de 75 millones de visitas diarias.

Youtube es líder indiscutido en este segmento: las visitas diarias llegan a más de 5.000 millones por día; los millones de videos disponibles suman por cientos de millones; día a día, los usuarios suben tantos miles de video más.

Casi contemporáneo, en el 2007, Netflix que desde 1997, había entregado un servicio de alquiler de DVD por correo postal, lanzó en Estados Unidos, un servicio VOD al que se podía acceder a través de computadoras. Un año después, se enriquece cuando se agregan más opciones para acceder a su catálogo a través de consolas de juegos, Smart TV y posteriormente se agregaron, tablets, smartphones.

Para el 2009, ya contaba con 10 millones de clientes en Estados Unidos y a partir de 2011, comienza a entregar sus servicios en mercados internacionales, que hoy son 33 países y que le permiten contar con una cartera de clientes de casi 160 millones en el mundo.

La historia reciente suma nombres reconocidos, como Hulu, que en sus inicios en 2010, fue fruto de la unión News Corporation y NBC Universal, a la que posteriormente se unió The Walt Disney Company y más tarde Warner Media y que se comercializó bajo el nombre de Hulu Plus.

Hulu cuenta al cabo del primer trimestre de 2019 con 28 millones de suscriptores y por distintos cambios societarios hoy es controlada por The Walt Disney Company, y opera en conjunto con Disney+, recientemente lanzada y ESPN+.

Las plataformas directas al usuario comienzan una competencia que se torna creciente: las marcas empiezan a ser más HBO Go; Amazon Prime Video; AppleTV+; Blim; Clarovideo, Movistar Play; entre otros, ya están disponibles y buscan ganar mercados con contenidos exclusivos.

Se deben sumar las plataformas que los programadores comienzan a disponer como complemento de los servicios audiovisuales lineales; las plataformas con dispositivos como Roku; la TV everywhere, como Flow, XView, entre otros, que entregan los operadores de TV paga y que ya no sólo se venden como complemento, sino como servicio independiente.

Hay que agregar a la consideración los ISP que comienzan a sellar acuerdos de distribución con programadores de contenidos y que seguramente, cobrarán mayor envergadura en los tiempos que vienen.

Que todo este nuevo ecosistema se sirva por internet, potencia el negocio de redes, es decir que los operadores que sirven conectividad están asociados a la evolución de esta industria.

La convivencia de los canales lineales de TV paga, la TV abierta, la TDT, los OTTs, la TV Everywhere, y las ofertas de programación online, hará que los crecimientos provengan de fuentes diversas, acaso no tan cuantiosos en números grandilocuentes, pero será crecimiento.

Las caídas de cuotas de mercado y los crecimientos alucinantes, no harán más que ratificar que todo cambia en el negocio audiovisual; pero la prudencia acompañará la certeza de que no todo cambiara para el beneficio de uno y el quiebre de otro sector.

Habrá que esperar para ver que emerge de estas nuevas tendencias donde todo lo que brilla es oro para los contenidos.

No siempre gasta su tiempo
  aquél que más tiempo gasta;
  No hay que pujar a destiempo
  para ganar la subasta;
  Las horas del apurado
  siempre son horas perdidas;
  Ni poco ni demasiado
  Solo es cuestión de medidas.

Fragmento de Ni poco ni demasiado de Alberto Cortés

12.11.2019

 


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