Por Suzy Sierra Ruíz, miembro de la Junta Nacional de Televisión en representación de la Sociedad Civil

Una de mis principales misiones desde que hago parte de la Junta Nacional de Televisión ha sido incluir la representación de todas las ciudadanías en la prestación del servicio público de televisión y orientar hacia esa mirada el fomento de contenidos del sector audiovisual. Como punto de partida, asisto del diálogo directo con líderes y organizaciones que representan los intereses y necesidades de comunidades. Recientemente, he tenido la oportunidad de entrevistarme con personas con capacidades diversas, o en condición de discapacidad, que reclaman espacios de inclusión y representación en la televisión.

Por último quisiera referir el panel de la #Telequeremos, espacio creado por la ANTV para la construcción de una televisión adecuada a las necesidades de la sociedad, con Dean Lermer, quien es comunicador social, periodista y catedrático universitario. En conversación con Dean fui consciente de la corresponsabilidad de padres, madres y cuidadores para que las personas ciegas gocen de un ambiente propicio para el desarrollo de sus habilidades.

El maestro Lermer, siendo una persona ciega, me hizo ver que es prioritario “reconocer la discapacidad como un concepto dinámico, que cambia en el tiempo y es la resultante del interactuar de una persona con deficiencia y las barreras de su entorno, que le impiden su participación”, es decir, la discapacidad no está en la persona sino en los diferentes contextos, en que las barreras de participación o acceso son obstáculos para el desarrollo pleno de personas en condición de discapacidad. Considero que este es el reto fundamental en el quehacer audiovisual es prioritario para identificar las principales barreras de acceso y desarrollar espacios de representación, autorepresentación e inclusión de creadores con capacidades diversas.

Uno de mis encuentros fue con Christian Briceño, presentador y bailarín de Danza Contemporánea. Al ser una persona sorda, lo oigo a través de la voz de Laura, quien lo interpreta. Él es presentador en el espacio audiovisual para la defensoría de teleaudiencias de un canal regional. Christian se ha convertido en un paradigma, él se ha apropiado del lenguaje audiovisual y ha hecho que la comunicación se enriquezca a través de su gestualidad única. En su historia de vida llena de retos, veo las barreras que las personas sordas deben asumir para trascender en una sociedad que aún no está preparada para comunicarse de modos diferentes. Me emocionó su capacidad para trabajar en equipo y me muevo a la acción para promover el potencial creativo de personas sordas en el medio audiovisual colombiano.

En otro momento memorable, a través de una videollamada me encuentro con Berny Bluman, quien vive en Medellín y es fundador de Colombia Accesible, grupo interdisciplinario que se ha encargado de desarrollar estrategias para facilitar la plena participación de las personas en situación de discapacidad en espacios culturales, sociales, laborales y económicos. Las acciones que promueve Berny, quien a raíz de un accidente en el año 2001 no camina, validan la capacidad activa y productiva de personas que por diferentes razones temporales o permanentes asumen una situación de discapacidad. Él expresa la urgencia de representaciones a través del lenguaje audiovisual para evidenciar la capacidad del ser humano para enfrentar obstáculos. Con Berny llegué a la conclusión de que es necesario identificar buenas prácticas audiovisuales para la creación de narrativas que representen estos temas.

Con estos insumos, en desarrollo de mi agenda “Ni un colombiano atrás” he propiciado la revisión del impacto de las medidas adoptadas en la Resolución 350 de 2016, por medio de la cual se reglamenta la implementación de sistemas de acceso para personas con discapacidad auditiva en los contenidos transmitidos mediante el servicio público de televisión. Además, a lo largo del país he trabajado con realizadores audiovisuales alternativos y acciones afirmativas que garanticen un lenguaje inclusivo, la reflexión y acción de las audiencias y la promoción de contenidos para la autorrepresentación de las comunidades diversas. De otra parte, en 2019 en la Junta Nacional de Televisión (JNTV) hemos incluido en las convocatorias de fomento a la creación audiovisual una categoría para la temática de discapacidad.

Finalmente, en mesa de trabajo con los canales públicos regionales y nacionales hemos compartido experiencias sobre alternativas de accesibilidad para la población con discapacidad auditiva, no sólo a través de mejoras en la producción del recuadro de lengua de señas, sino a través de la incorporación de aliados creativos e innovaciones narrativas.

El poder de comunicarnos a través del gesto, la mirada, el sonido y los sentidos es trascendente cuando reconocemos que cada ser humano tiene la posibilidad de desarrollar capacidades diversas y explorar múltiples expresiones para relacionarse con su entorno. En lo audiovisual el poder creativo de la inclusión es nuestra necesidad imperiosa, para expandir los horizontes y mejorar la calidad de vida de nuestros ciudadanos en condición de discapacidad.

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